Por Yosainy Colina y Uriel Castellanos
En medio de la Selva Lacandona y a unos cuantos metros de la frontera con Guatemala, existe una pequeña comunidad de alrededor 500 habitantes llamada “Nueva Unión”.
Llegar a “Nueva Unión” no es tarea fácil, implica un viaje de más de cinco horas desde la ciudad de Palenque.
Sin embargo, cada sábado, un grupo de valientes hermanos liderados por el pastor del distrito “Nuevo Orizaba”, emprenden un trayecto de 40 kilómetros para llevar la luz del evangelio a esta comunidad.
El poder de la verdad inundó está localidad a través del arduo trabajo de un laico de vanguardia llamado Vidal Pérez y el líder de una iglesia interdenominacional en ese lugar, Antonio Estrada.
“Comenzamos los estudios bíblicos en 5 hogares, luego conocimos al hermano Antonio Estrada, líder por más de 10 años de una iglesia interdenominacional aquí en Nueva Unión.” – Relata Vidal Pérez.
“(Antonio Estrada) Me hacía preguntas y recibía las respuestas necesarias. Había entendido la ley, los alimentos y la verdad del sábado e inmediatamente se dio cuenta que todo lo que le compartíamos está en la Biblia.”
Después de recibir 20 lecciones junto al hermano Vidal, Antonio, reunió a sus antiguos feligreses y compartió lo que aprendía de los estudios bíblicos con los adventistas. Hacía tiempo atrás que estaba en su búsqueda para encontrar la verdad.
“Le pedí a Dios que me enviara a alguien que me mostrara la verdad; me llevó más de un año conocer está verdad, tuve un sueño y vi a 2 personas que vinieron a visitarme; soñé al hermano Vidal.” Comparte entusiasmado Antonio.
Después de eso, los miembros de esta iglesia aceptaron celebrar una campaña evangelística en la comunidad donde Antonio junto a otros miembros, decidieron entregar su vida a Jesús y unirse a nuestra iglesia.
“Entendí que la verdad del sábado es bíblica y es necesario compartirla con otros por eso mi congregación y yo, todos nos convertimos al adventismo luego de más de 10 años siendo de otra denominación”.
Juntos, los antiguos miembros de esta iglesia interdenominacional, ahora adventista, y miembros que por más de un año los visitaron y el pastor del distrito; participaron de pintar y acondicionar la fachada de su templo con la imagen que distingue a los templos adventistas en Chiapas.
El pasado viernes 9 de noviembre, la comunidad se reunió para celebrar la ceremonia de aceptación de la nueva iglesia. Antonio, entregó las llaves y documentos del que fuera su templo por más de 10 años a los líderes de la iglesia adventista, marcando un momento histórico para la iglesia en esa región y en nuestro estado.
a ceremonia contó con la presencia de la administración de la Misión de Palenque y de la Unión Mexicana de Chiapas, el Ptr. José Luis Bouchot, secretario ejecutivo de la unión, durante su mensaje, expresó alegría por el progreso y alentó a los miembros a ser una luz en su comunidad e impactar a aquellos corazones que aún no se han entregado a Cristo.
El pastor del distrito “Nuevo Orizaba”, Ricardo Rodríguez, quién lidera la nueva congregación comentó: “Son muchos los desafíos en éste territorio, pero estamos felices y agradecidos con Dios porque nos usa como instrumentos para cumplir con la misión en este lugar, hemos recibido el apoyo necesario para compartir con otros más del amor de Jesús”.
El líder de la Misión de Palenque el Ptr. René Flores acotó: “Es un hecho histórico el que vivimos aquí hoy, damos honra y Gloria a Dios, porque la misión no se detiene y alcanza aún a los territorios más lejanos cómo esté, y seguiremos trabajando en llevar esperanza a los rincones de todo nuestro territorio en Palenque”.
Con la ceremonia de la entrega del templo, la Iglesia Adventista en “Nueva Unión”, está consolidando su presencia en este lugar.
Se espera que pronto reciba su nombre oficial, y mientras tanto, las oraciones se elevan para que el mensaje del evangelio continúe llegando a todos los rincones del territorio de la Unión Mexicana de Chiapas.
Así, en medio de la selva, la luz de la verdad sigue brillando, transformando vidas y comunidades.
